Capítulo IV: un riesgo casi mortal
La cosas en Honshu no
eran las mismas, Kagome se sentía muy preocupada a lo que estaba pasando, su
pueblo quería una explicación con respecto a eso y ella no sabía que decir...
- Sigo sin saber como se
la llevaron! Tenía uno de mis sortilegios mas poderosos!- de´cia kagome
bastante preocupada mientras Miroku pensaba en lo mismo.
- De igual forma pienso
lo mismo!
- De todas formas..
Kagome qué pasará?- pregunta Sango.
- En ese caso, tendré
que salir de Honshu de inmediato!- responde seria Kagome y sus amigos se quedan
extrañados.
- Pero... qué será de
la isla??...- Sango se preocupa tras escucharlo.
- Kagome tiene que
resolver esto sin salir de aquí!- responde Miroku serio.
- QUE NO PUEDO HACER
ESTO DESDE AQUÍ!- alza la voz la líder de Honshu- Tengo que salir rumbo hacia
Hokkaido, Shikoku y Kyushu pues la paz en este instante está en juego!
La chica realmente
estaba molesta y triste por todo lo que estaba pasando, el ambiente del lugar
realmente era tenso, Kikyou de repente aparece en la sala principal y observa
con una ligera sonrisa a su hermana, para Kagome no le veía la gracia por algún
lado del modo que se acerca a ella muy seria y molesta.
- Qué le ves de gracia
a esto? Qué no sabes que todos estamos en peligro en este mismo instante?
- Lo sé, solo estoy
imaginando lo que puede hacer mi ‘querida’ hermana en estos momentos- dice
Kikyou sin tomarle importancia.
- QUÉ INSINUAS???-
responde la hermana molesta.
- Qué esperas irte, no
creo que pase algo mientras no estás aquí, o si?- dice Kikyou con una ligera
sonrisa en sus labios pero no la mira.
- Pero... qué será de
todo esto?... Kagome-sama tiene muchos asuntos pendientes que realizar!- dice
Miroku.
- Kagome-sama... qué
hará?- Sango igual estaba preocupada como el houshi.
Hay un momento de
silencio entre ellos, Kagome se aclara un poco la garganta mientras observa el
paisaje nublado que se le presentaba en Honshu, ella se da media vuelta mientras
mira a todos seria y muy decidida, aprieta sus puños de modo que en tono muy
decidido contesta.
- No me importa, en este
instante es mas importante esto que lo demás! Me prepararé para salir de aquí!-
ordena Kagome.
- En ese caso..
Kagome-sama, iré con usted!- dice Miroku, pero Kagome se los impide.
- Iie! No pueden ir
conmigo pues mi hermana Kikyou está aquí...
- No necesito protección
de nadie...- contesta Kikyou fríamente.
- Ahora que lo veo...-
mira a su alrededor- donde está ese Inuyasha?
- u.u salió de aquí,
pues dijo que necesitaba hacer unas cosas importantes- contesta Kikyou.
Para ellos no fue algo
muy convencedor entonces...
- En fin, Miroku-san,
Sango-san... quiero que todo esté listo en menos de dos horas, si?- dice Kagome
mientras hace el intento de cambiar el tema, en realidad no le importaba lo que
hiera ese Inuyasha.
Ambos chicos asienten y
salen del lugar, Kikyou de igual forma lo iba a hacer pero toma de la mano a su
hermana del modo que le dice algo en el oído que la deja un poco incómoda.
- Puedo tomar tu
lugar... cuando quiera.
Kagome no sabe que decir
ante eso y ve como ella salía de la sala, Kagome suspira un poco.
- Ella realmente
es rara, de todas formas... tengo que prepararme...- piensa la chica.
Sale de la sala y se
rumbo a su habitación del modo que sus damas de honor la ayudan a prepararse,
se quita el kimono que vestía y cambia a un gi de cómo de color azul rey, una
hakama negra y un haori sin mangas de color violeta, sus sandalias cambian por
unas botas negras... su cabello es peinado con una coleta baja y adornado con un
listón de color blanco, unos mechones de cabello salen de cada lado de la chica
y al final... sus manos suaves y delicadas se cubren con unos guantes de color
negro. De igual forma las damas sacan una armadura la cual se le pone y ella
sale del lugar ya preparada.
Antes de salir del
castillo pasa a otra sala la cual estaba compuesta por las armas que se usaban,
pone en el cinto una katana y en su hombro se pone un carcaj de flechas y su
fiel arco.. Miroku y Sango la escoltan hasta llegar a las afueras del puerto...
su barco estaba listo al igual que algunos de sus hombres, a simple vista se
podría decir que era un hombre pero no, Kagome vestía sus vestimentas de
batalla.
- Por favor Kagome-sama
que Amaterasu la guíe en su camino del bien- dice Miroku mientras se despide de
ella.
- Por favor cuídese
mucho, la extrañaremos!- habla sango triste por la partida de la chica.
- Tranquilos, regresaré
con bien...- sonríe la chica.
Su hermana que vestía
un kimono de color verde olivo se acerca y la abraza, aunque para Kagome era muy
raro eso y al mismo tiempo su hermana la despide con un beso en su mejilla( ¬¬
que hipócrita!).
- Yo que tú... me
cuidaba las espaldas- le dice en el oído a su hermana.
- ....
No entiende mucho eso
Kagome, pero sube al barco y se despide de todos, algunos de Honshu de igual
forma la despiden y le desean la suerte de todos... cuando el barco había
desaparecido del panorama, Kikyou mira a Sango y Miroku mientras una mirada muy
seria se forma en su rostro, pasa de lado de ellos del modo que
ambos se quedan helados.
- Regresemos al
castillo- ordena la mujer.
Sango se acerca a Miroku
y le dice algo en su oído.
- No confío en ella...
se ve sospechosa.
- Hay que cuidarnos y
vigilarla...- susurra Miroku.
Asienten y siguen con
pocas pulgas a la chica... en el barco Kagome observaba como en cada momento se
iba alejando de su tierra, de Honshu.
- Sango, Miroku cuídense
mucho...
De esa forma entra al
interior del barco mientras lee algunas cosas para poder distraerse un poco, su
primer destino sin lugar a duda era Hokkaido, el reino de los youkai y liderado
por Sesshoumaru, ella solo deseaba con todo corazón que él cambie un poco de
idea...
No tarda mucho en llegar
pues el viaje era de unos cuatro días, cuando llega lo primero ve que Hokkaido
estaba llovioso, el puerto era un poco serio del modo que se siente un poco
nerviosa.
- Kagome-sama, hemos
llegado.. espere a que desembarquemos- dice uno de sus hombres, ella asiente.
- De acuerdo.
Ella ve desde la
cubierta que unos youkai del tipo zorro parecían esperarla, se da cuenta que
ambos poseían una armadura de gran elegancia y en sus manos tenían lo que
parecían ser unas lanzas y escudos.
Al paso de unos minutos
todo ya estaba listo para salir, unos hombres protegen a Kagome de la lluvia y
ella se acerca hasta los youkai zorro, de manera que estos hacen una reverencia
y ella responde al acto.
- Lord Sesshoumaru
espera su llegada- dice uno de los youkai mientras se inclina como señal de
respeto.
- Nosotros la llevaremos
hasta su castillo- habla otro de los youkai.
- Muchas gracias, son
muy amables de su parte- contesta Kagome con
una sonrisa en sus labios.
Entonces ella y sus
hombres son conducidos en medio de una lluvia algo fuerte hacia el castillo.
Kagmoe iba muy pocas veces hacia ese lugar… pues los youkai no la recibían
con mucho agrado por lo mismo de que era humana. Al paso de un rato todos ven un
gran castillo en el cual sus grandes puertas se abren dando paso a los
presentes... Kagome era llevada por un gran pasillo en el cual estaba lleno de
pinturas de lo que parecían ser antepasados del reino youkai... después, los
zorros abren unas puertas las cuales Kagome se queda algo sorprendida al ver la
elegancia... como era noche, estaba todo lleno de velas y al fondo logra
apreciar algo.
En el fondo de esa sala
estaba Sesshoumaru sentado ceremonialmente y a su lado algunas youkai que lo
abanicaban(jajajjajaja n.nU si será.... este kawai!! yo quiero ser una de
ellas!!!!!). Cuando el youkai ve entrar a Kagome sonríe un poco, Jaken que
estaba a su lado lo ve raro pues... cuando su amo sonreía era porque le llamaba
la atención algo y ese algo en ese instante era... Kagome.
La chica se acerca
lentamente y hace una reverencia como saludo hacia el youkai, éste se levanta
de su asiento y se acerca a la chica, levanta su mentón y la observa.
- Ya sabes que conmigo
no quiero formalidades- dice en voz baja el youkai a la chica.
- Yo...
Entonces el youkai hace
una seña del modo que hace que todos los presentes dejen a solas a ellos, Jaken
maldice algo pero el youkai lo ve con ganas de golpearlo, cuando Jaken sale
Royoukan pasa cerca y se detiene.
- Que pasa Jaken, por qué
el amo Sesshoumaru te sacó?- pregunta curioso el escupe lobos.
- ¬¬ la emperatriz de
Honshu está de visita, ya sabes que no le gusta que lo interrumpan cuando está
con ella- dice todo molesto el sapito.
- Ahhhh!!!!!!!! Si, el
amo está enamorado, eso es muy...- dice con una sonrisa de esquina a esquina...
Y no termina de hablar
porque recibe un golpe en la cabeza con el báculo de dos cabezas de Jaken.
- ¬¬U por qué me
pegas?- responde Royoukan todo adolorido.
- ¬¬
Pero ambos se quedan
escuchando en la puerta para saber que iba a pasar a continuación. Sesshoumaru
ayuda a Kagome a levantarse y la invita a sentarse.
- Qué pasa?...
normalmente no vienes aquí por tu cuenta- dice Sesshoumaru ligeramente serio.
- Eso lo sé a la
perfección... es algo que ha pasado- Kagome habla un poco preocupada.
- Hace poco... vi una
luz muy potente... acaso.
Para Kagome era difícil
decirlo, pues pensaba que había fracasado en la promesa que le había hecho a
su padre, ella mira a Sesshoumaru de una forma que este se queda un tanto extrañado.
- Alguien... alguien ha
robado la Alianza, no digo que una copa que forma al Shikkon, sino... todo,
alguien burló uno de mis sortilegios mas potentes- explica casi temerosa la
chica de Honshu, Sesshoumaru la escucha con atención.
Sesshoumaru queda
impresionado ante las palabras de Kagome, se queda en silencio por unos
instantes para saber que contestar, Kagome sabía que en cualquier momento podía
decir que eran enemigos y declarar esa guerra que no deseaba. El youkai parecía
estar muy molesto por la mirada en su rostro, sus ojos dorados observaban con
seriedad y frialdad a la humana.
- Ya veo...
- Sé que en este
instante dirás que...- dice Kagome con la mirada hacia abajo.
- La guerra, debería...-
la interrumpe el youkai de ojos dorados- pues mi padre así lo hubiese deseado
pero... creo que no tiene sentido y mas sabiendo que no fue por tu culpa.
Kagome se impresiona
ante sus palabras, pues en esa ocasión anterior que estuvieron juntos le dijo
lo contrario.
- Entonces... no....-
dice extrañada la chica.
- Iie, ya sabía que iba
a suceder esto... pues se algo de suma importancia- comenta seriamente el
youkai.
- Y qué es?- pregunta
extrañada la chica.
- Quien haya sido esa
persona que se robo el Shikkon, a fuerzas tenía que poseer algún arma de
alguno de nuestros territorios- Sesshoumaru dice esas palabras como pensando
quien podría ser el culpable de esa catástrofe.
Kagome se queda un tanto
extrañada, Sesshoumaru luego se acerca a ella.
- Así es, se supone que
nadie puede tomar la Alianza si no pertenece a ella, es decir las armas
o sortilegios que se usen que sean de alguno de nuestros territorios
pueden derrotar con facilidad las barreras del otro.
- Eso significa que....
usaron algo de los nuestro para tomar la alianza?
- Hai...
- Entonces... que
haremos?- pregunta la chica.
El youkai de nuevo la
observa y sonríe ligeramente.
- A como de lugar mi
apoyo está en ti, creo que Kouga-san debe de saberlo de igual forma así que lo
mejor sería que fueras allá, dudo mucho que te diga un no como respuesta....
ambos haremos lo que sea por encontrar a esa persona capaz de robar tal cosa y
tu... trata de hablar con Naraku-sama el líder de Kyushu..
- Si es así... domo
arigatou... no sabes cuanto me alegra escuchar eso!
La chica sonríe y
Sesshoumaru parece estar satisfecho a lo que hizo, se acerca hacia ella y la
observa, Kagome no deja de ver esos profundos dorados y éste une sus labios con
los de ella, ella se queda un poco extrañada, Sesshoumaru solo roza sus labios
con los de ella y la abraza.
- Sería muy informal de
mi parte hacerlo, así que por favor... solo ten cuidado cuando vayas a Kyushu,
de acuerdo?- dice Sesshoumaru deseando su protección en la isla de los
demonios.
- Gracias... lo tendré
en cuenta- dice con un ligero rubor en sus mejillas.
Por casualidades de la
vida se escucha un ligero ruido detrás de la puerta, como un estornudo,
Sesshoumaru se pone serio y se acerca a ella; éste la abre de un golpe y ve a
sus dos sirvientes de metiches...
- Ustedes...- dice un
muuuy molesto y serio frío youkai.
- O.OU este... amo
bonito....- Jaken se pone nervioso ante la mirada de su amo.
- Nosotros...- Royoukan
por dentro comienza a rezar por su vida... estaba por llegar a su fin.
Solo escucha un golpe
del modo que ambos seres salen corriendo con un chipote en la cabeza, Kagome
solo ríe al acto y luego Sesshoumaru regresa.
- Si vas a Shikoku,
mejor hazlo mañana a primera hora... las tormentas de aquí son muy fuertes-
dice un poco más tranquilo el youkai y Kagome acepta esa invitación.
- ... hai.
De esa forma la chica
acepta la oferta de Sesshoumaru y al día siguiente a primera hora sale de esa
isla y se dirige al lugar donde viven los youkai ookami. De igual forma el viaje
era un poco pesado pues era el lugar algo retirado... aunque cuando llega...
- O.o qué pasa aqui???-
dice toda extrañada la chica.
Cual va siendo la
sorpresa de la chica que.... el puerto de Shikoku estaba lleno de arreglos
florales y parecía estar de fiesta, la chica cuando baja del barco, Kouga ya la
esperaba con honores...
- Kagome! Es un honor
tenerte aquí!- saluda Kouga con una gran sonrisa.
- Éste yo... igual –
sonríe con timidez.
- Vayamos a mi castillo,
ven conmigo- Kouga toma su mano y la invita a que pase a su morada.
Kagome no le tiene otra
que aceptar, durante el camino Kouga no dejaba de preguntar sobre ella y
Honshu... en pocas palabras de todo... hasta cuando llegan al castillo(que también
era muy elegante) es cuando Kagome decide hablar..
- Bueno lo que tengas
que decirme hay que hacerlo con un banquete!
Al decir esas palabras
el chico junta sus manos y en el golpe aparecen sus sirvientes del modo que
traen todo un banquete que dejan a Kagome sin palabras, pues Kouga hacía todo
para atender a Kagome como lo que es... toda una reina...
Durante la comida Kagome
decide decirle todo acerca de lo sucedido.
- Y bueno, puedo saber
tu razón aquí?... veo que no es cualquier cosa- pregunta Kouga un poco
extrañado ante la mirada de Kagome.
- Pues... como le había
dicho a Sesshoumaru, hace poco tiempo.... sucedió algo terrible.
- Nani?- dice extrañado
Kouga.
- La Alianza fue
robada...- dice esas palabras en un tono serio y preocupante- alguien de
nuestros territorios burló un sortilegio muy poderoso que había lanzado...
Kouga se queda sin
palabras al escuchar eso, nunca en su vida se imaginó que eso iba a pasar del
modo que hasta se le cae el pedazo de comida a la mesa.
- Pero eso... es
imposible.... ya sabes lo que... y qué dijo Sesshoumaru? ¬¬ no me digas que
quiere la guerra?
- Iie! Todo lo
contrario...
- En ese caso yo tampoco
declararía la guerra a una persona muy especial para mi, en ese caso... buscaría
a ese impertinente que hizo tal atrocidad!- dice mientras cruza sus brazos y
sonríe.
- Bien! Entonces creo
que lo harías con Sesshoumaru, pues el me ha dicho algo sobre eso- comenta
Kagome un poco más alegre.
- Lo haré porque me lo
pides tú, ese youkai presumido no me cae nada bien pero bueno...- dice Kouga
como que al principio no le gustó mucho la idea de ‘trabajar’ con ese
youkai- y que vas a hacer mientras?
- Iré a Kyushu- dice
con firmeza, lo que provoca un susto al lobo.
- QUE????? A ver a
Naraku-sama???????????????
- Es el único que
falta...
- Yo que tu me lo pensaría..
esa isla está llena de oni- comenta Kouga bastante sorprendido y algo
preocupado.
- Claro que lo sé, es
mi deber darlo a saber a todos!- dice Kaogme un poco más seria.
Sin pensarlo dos veces
Kouga la abraza con todas sus fuerzas.
- Si es así.... hazlo
con cuidado, no son muy bienvenidos los humanos sobretodo...
- o.o... gracias.
Y el ookami le da un
beso en su mejilla(¬¬U que atrevidos son ambos, pero más Sesshoumaru!!!!).
- Ya que mañana de
seguro que te irás... mientras disfruta del banquete pues todo es por tu
estancia a mi humilde castillo- dice Kouga un poco más tranquilo.
- Domo arigatou.
(N/A: humilde
castillo???? Si como no! jajajajajaja ni que su castillo fuese de palillos!)
Así pasó el resto de
su estancia con Kouga, ella estaba bastante alegre al saber que ninguno de ellos
le dio las espaldas y declaró la guerra, sino todo lo contrario le dieron su
apoyo y ayudarían a saber quien fue el culpable de todo eso....
Llega un nuevo día y
ella sale del Shikoku rumbo a la siguiente isla... a Kyushu, el lugar de los
Oni...
Cuando estaba en la
cubierta, ve que todo estaba cubierto por niebla y el aspecto del lugar era
bastante lúgubre, del modo que se siente un poco rara y al mismo tiempo siente
escalofríos, alguno de sus hombres se le acerca.
- Se encuentra bien
Kagome-sama?- pregunta unon de sus hombres.
- Si, no se preocupe...-
contesta Kagome mientras toca un poco su frente.
No pasa mucho tiempo
cuando llegan a esa isla... todo era frío y oscuro, no se podía saber cual era
el día y la noche por lo mismo que las nubes cubrían todo el lugar, ve que
unos oni la reciben y se siente un poco nerviosa. Ella hace una reverencia y los
demonios no le responden y solo le hacen una seña de que los siguieran.
Camina un poco y ve el
lugar que estaba repleto de esos demonios de muchas formas y tamaños. Por
alguna extraña razón, ella siente un mal presentimiento de todo, sobretodo
cuando llega al castillo del líder... los oni la guían hasta una sala
totalmente oscura y ve que solo la luz de unas pocas velas alumbraban el
lugar... al fondo estaba el líder, Naraku.
- Nunca imaginé que una
Jingo llegue hasta aquí...- dice una voz masculina y fría desde el fondo.
- Usted es...- Kagome se
detiene y mira hacia el punto donde provenía la voz.
El ser extraño se
acerca y se alumbra un poco... era
un hombre largos cabellos azabaches y ojos como rojos, su piel era muy blanca
que lo hacía ver muy pálido...
- ... Naraku, ese es mi
nombre... Kagome Jingo...- dice
tales palabras el líder de Kyushu.
- Mejor voy al grano-
dice Kagome seria.
- No deseas ir con todo
esto mas lento?- comenta Naraku intentando clamarla- Sé lo que pasó... sentí
que la Alianza se perdió.
- Ah si?
La chica estaba
realmente nerviosa... pues el ambiente de ese lugar era tan oscuro que sentía
cosas extrañas.
- Por qué siento
que voy a encontrar algo aquí??... por qué siento este presentimiento dentro
de mi...?- piensa Kagome.
- Bien... como no sabes
el paradero del Shikkon... creo que lo mejor sería una batalla.... una guerra-
Naraku por su lado estaba hablando, e´l si deseaba la guerra.
- Pero... el resto... de
los líderes...- Kagome por su lado no lo encontraba muy lógico.
- No me importan ellos!
El mismo Tenno-sama ha dicho que si eso se perdía.... la guerra estallaría...
bien, como no sabes dónde está la guerra está declarada!- dice Naraku con una
sonrisa casi maligna en sus labios.
Kagome se levanta de
golpe y alza la voz.
- Cómo puede decir
tales cosas! Acaso no sabe las consecuencias de esa decisión???
Naraku la mira fríamente,
y luego pasa de su lado.
- Mi deseo es tomar el
control de todas las islas, todo Jingo debería de saber eso mas que nadie... así
que....- habla Naraku en un tono muy frío, casi espectral.
- Naraku... no te tengo
miedo...- dice Kagome intentando calmarse.
- Hablaremos de eso el día
siguiente, será mejor que te lleven a uno de mis aposentos- ordena Naraku
mientras la chica se queda callada.
La chica no dice nada y
es llevada a una de las habitaciones... por alguna extraña razón siente la
sombra de alguien que desaparece al instante. Cuando llega a esa habitación lo
único que trata es descansar un poco... por otro lado.... Naraku estaba sentado
y bebía un poco de sake, mientras tanto tres sombras se acercan a él.
- Hasta que les da por
aparecer... Inuyasha tardaste mucho- dice Naraku un poco molesto.
Inuyasha se acerca a él
y luego de una reverencia le acerca un cofre.
- Aquí está lo que
deseabas... Naraku- dice Inuyasha bastante serio.
Pero las dos sombras se
acercan al ver el contenido... una de ellas tenía un abanico en su rostro y la
otra... un espejo.
- Quién diría que
destruirías una barrera de una Jingo- dice una de ellas.
- Kagura! cállate
quieres?- contesta Inuyasha en forma molesta.
- Era fácil... su arma
lo dice todo- comenta la otra chica.
- Kanna, pequeña también
estás aquí?- dice Naraku sonriente.
- De todas formas fue
una suerte!- ríe ligeramente la mujer de abanico, Inuyasha la mira con malos
ojos.
- Bien estoy
contento de que el Shikkon esté aquí- dice Naraku mientras observa el
cofre.
- Ya está tu pedido,
ahora es momento de que le cumplas a Kikyou- dice Inuyahsa mientras cruza sus
brazos y observa a su señor de forma seria.
- Ahhh si, ya sé.
- Esa humana... está
aquí puedo sentir su presencia...- Kanna parece uqe siente una presencia.
- Así es tiene poco
tiempo que está aquí- dice Naraku como cualquier cosa.
- Si quieres yo la mato-
Inuyasha parece que la detecta con su olfato y desenvaina su espada.
- Espera Inuyasha, no
seas tan así- Naraku lo detiene y sonríe divertido-... generalmente a tus víctimas
no las matas al instante... en esta ocasión hay que darle la oportunidad a
Kanna y Kagura.
- Ju, para mi sería un
placer...- Kagura acepta el mandato de su amo e Inuyasha envaina su espada de
nuevo.
- Así estás
satisfecho, Inuyasha?
- Hai!
Naraku mira hacia un
paisaje y luego a esas chicas extrañas del
modo que una sonrisa maligna se forma en su
labios.
- Entonces... mátenla!
Ellas asienten y el inu
deja el lugar. En la habitación de la chica ella trata de descansar un poco, de
pronto siente algo que estaba cerca de su cama y cuando abre sus ojos.
- Muere!
Kagome esquiva el ataque
de Kagura y luego se queda helada al ver la mirada fría de Kanna.
- Demo... que pasa aquí??-
Kagome estaba sin palabras a lo que ocurría.
Esos seres extraños no
contestan a sus preguntas y Kagome trata de escapar, lo primero que hace es usar
algunas de sus flechas del modo que Kanna las esquiva absorbiéndolas en su
espejo.
- Que no escape!!- grita
Kagura.
Algunos oni aparecen y
Kagome escapa a duras penas, corría con todas sus fuerzas en busca de una
salida, la encuentra y logra salir del castillo.
- Pero... qué pasa aquí?
Los demonios la seguían
y cuando llega al puerto ve que sus hombres estaban afuera, eso le hace respirar
de tranquilidad pero...
- Os ordeno que no
vayamos de aquí!
Pero no la obedecían.
- Lo sentimos mucho
Kagome-sama, no podemos hacerlo.
- NANI?- Kagome estaba
sin palabras a lo que ocurría.
Y luego escucha una risa
que la deja helada... Naraku estaba presente y se acercaba lentamente a ella.
- Al parecer has
escapado, veo que eres digna de Honshu, pero... debo decirte que no será así...
pues tu destino final es aquí- dice Naraku en tono amenazador.
- Ya sabía que algo
malo iba a suceder... – dice Kagome con una mirada seria- tú sabes del
Shikkon! Dónde lo tienes???
- No eres fácil de engañar,
en fin... te refieres a esto?- dice Naraku al abrir el cofre que Inuyasha le dio
tiempo atrás.
Kagome se queda
impresionada cuando ve una de las copas en sus manos, mientras este se ríe con
cinismo.
- Bueno, creo que tu fin
ha llegado- dice con todo el cinismo del mundo Naraku.
- Eso nunca!- Kagome por
su lado no lo iba a permitir.
Prepara su arco y lanza
una flecha a Naraku, pero no... este la detiene justo a tiempo y la destruye...
- Eres una Jingo y no
dominas bien tu poder? Me das lástima!- dice en tono burlón el demonio.
Al decir esas palabras
desenvaina una espada y ataca la chica, ésta logra evitar un poco el ataque al
desenvainar la suya.. pero era tarde porque una herida en su pecho aparece.
- Kami...
Naraku no lo duda y la
golpea del modo que choca contra una pared y queda adolorida.
- Vamos Jingo! Enseña
tu habilidades!- decía Naraku mientras se acercaba de nuevo a ella.
De nuevo ataca y Kagome
esquiva el ataque... no podía hacer nada porque su arco estaba en otro extremo,
por alguna extraña razón no podía pelear, algo en su interior la recorría y
le impedía hacer movimiento alguno.
- Acaso este es
mi... final...?- piensa Kagome al sentir el
dolor de alguna de sus heridas.
Naraku la alza y
comienza ahorcarla, ella siente
como el aire le faltaba y comenzaba ahogarse.. no podía hacer nada, parecía
que todo había llegado a su fin... pero....
- No... moriré… tan fácil...
mente....!!!!!!!!!!!
Naraku siente como una
gran luz sale del cuerpo de Kagome que lo ciega por completo y deja caer a
Kagome; ella a duras penas y logra levantarse... ve que estaba cerca del mar y
no duda en escapar de ahí...
- Kagura... hazlo!- le
ordena a la dama del viento.
- Como digas Naraku!.
Ella no lo duda, Kagura se prepara para atacar.
Ella abre por completo
su abanico y lo alza.
- A ver si esquivas
esto.... DANZA DE LAS CUCHILLAS!!!!!!!!!!!!!
De ese instrumento
aparecen muchas cuchillas, Kagome estaba muy cerca para saltar pero... ella
voltea y no logra esquivar el ataque... siente como cada cuchilla pasaba por su
cuerpo, grita y al mismo tiempo cae
lentamente del barco... una de sus manos parecía querer algo...
- Jejejeje- la sonrisa
triunfante aparece en Naraku, lo había logrado.
Kagome siente que todo
se le vuelve negro... sus ropas se manchan de sangre y sus ojos se vuelven
blancos...
- No... puede...
ser... kami...- piensa la chica mientras su
vista se nublaba cada vez más.
Y cae al agua, la marea
en ese instante era muy fuerte y no se ve que el cuerpo aparece de nuevo Naraku
solo observaba.
- Jejejejejeje los Jingo
han sido derrotados! Jajajjajaja Kikyou... donde quiera que estés... Honshu al
fin será tuyo!!!!!!!!!!!!
De esa forma solo se ven
como las aguas se movían y no se podía saber que era de Kagome... de una
Jingo, no se sabía si realmente estaba viva o... muerta..
-.-.-.-.-.-
N/A:
Continuará