Capítulo I: un nuevo Mikado
Tras la muerte del emperador Tenno,
Kagome no dudó ni un solo instante en tomar el lugar de su padre del modo que
se convirtió en la emperatriz de su isla.
Todo seguía igual, aunque para
Kagome no era muy fácil que digamos eso de tener la responsabilidad de ver por
un pueblo.
En el castillo de Edo, se podía
escuchar un grito; al parecer alguien había gritado con todas sus fuerzas... la
gente del castillo por lógica se asusta y recurren a ver que era lo que
pasaba...
- POR KAMI! ACASO ES TAN DIFÍCIL
ESTO?? ¬¬ GRRR MIROKU PORQUE NO ME AVISASTE??- girta una chica desesperada.
Ese grito provenía de Kagome, al
parecer Miroku había olvidado algo muy importante...
- Kagome, tranquila... creo que a
todos se les olvida alguna vez.- dice Sango un poco preocupada.
- Mil disculpas Kagome-sama, creo
que debí decirle que el líder de Hokkaido iba de visita a Honshu- Miroku
estaba bastante nervioso al error que había cometido.
- Eso mismo! Ya sabes que los inu
son realmente impacientes...- dice Kagome seria.
- Por lo que veo, será el sucesor
quien venga de visita, supe que el líder Inutaisho murió...- Sango estaba
pensativa y observa que Kagome suspira.
- Si... en fin, lo mejor será que
nos preparemos para su visita...
La chica que vestía un kimono de color azul deja la sala mientras que Miroku y Sango se quedan ahí...
- Ha pasado ya un año desde que Tenno-sama dejó este mundo- Miroku mira por unos instantes a Sango mientras que esta sonríe.
- Así es, Kagome-san está
haciendo su gran esfuerzo por mantener la paz de Honshu.
- u.u si...
- Oye... tu sabes como es el
sucesor de Hokkaido? Tenno-sama nunca habló de él o si?- Sango le pregunta al
monje y este se queda pensando por unos instantes.
- Mmm yo que recuerde mi abuelo
nunca me comentó nada- el houshi cruza sus brazos-... sólo se que es el hijo
de Inutaisho-sama.
Ambos siguieron hablando un poco...
realmente Kagome tenía un gran carácter, pues Miroku había sentido el miedo,
el miedo ver su cabeza rodar..(que cruel me escuché!).
Kagome sale rápidamente de esa
sala mientras que algunos sirvientes le hacen reverencias, ella realmente no se
siente muy cómoda con ese trato pero no le quedaba otra opción.
Desde que Kagome tomó el lugar de
su padre, el pueblo se encontraba un poco tranquilo, al mismo una que otra
persona no estaba muy conforme, decían algunos que una mujer como líder Honshu
no era la mejor opción...
En Honshu se podía apreciar a
gente de muchas clases, no solo vivían los humanos(aunque estos en su mayoría)
de igual forma uno que otro del tipo youkai u oni.
En una de las aldeas cercanas al
gran castillo, alguien camina lentamente mientras observa el paisaje que se le
presenta, luego sigue su camino como si nada; nadie podía saber quien era
realmente pues su rostro estaba cubierto por un sombrero de cono y una especie
de vendas que lo ocultaban.
En uno de los tantos jardines del
castillo, Kagome ya se había cambiando de vestimentas y se observaba que a su
lado había un carcaj con flechas del modo que tenía en sus manos una de esas
flechas.
La chica usaba el arco con una gran
agilidad y estética, miraba atentamente hacia su blanco, lanza la flecha y...
- Kagome!- Sango la llama de
pronto.
Cuando lanzó la flecha, ella se
desconcentra un poco del modo que en vez de llegar al blanco ésta se desvía un
poco y pasa por un sirviente casi rozando; éste por lógica se queda helado.
- O.OU... gomen na sai- dice una
apenada chica y Sango se queda helada.
- Y de nuevo practicando? Qué hay
sobre hoy?- dice Sango más tranquila.
- Tranquila Sango, tengo todo
controlado, además necesitaba ejercitarme un poco- comenta Kagome mientras
revisa el estado de su arma.
- En fin, castigará a Miroku-sama?
- Iiee!, eso no tiene importancia
como otros asuntos- dice la chica sonriendo.
- u.u entiendo... de acuerdo.
Al mismo tiempo Miroku llega, a su
lado lo acompañaban otros monjes de menor rango.
- Sucede algo Miroku-san?- pregunta
Kagome extrañada.
- Sólo quería recordarle que hoy
es el aniversario de su padre, de Tenno-sama.
- Mou! es cierto! En ese caso
vayamos todos.
Nadie dice mas y la chica se
prepara, al paso de unos minutos se podía observar en lo alto de una colina
como una especie de peregrinación. Los hombres llevaban flores y en el centro
Kagome caminaba lentamente, a su lado estaban Sango y Miroku.
No caminan mucho y al final
encuentran la tumba de Tenno, los presentes dejan las flores mientras Kagome se
dispone a rezar un poco.
- Padre... ha pasado ya un año,
Honshu hasta ahora está en paz... no sabes lo cuanto te extraño... padre..
Seguía rezando un poco hasta que tiempo después todos se retiran del lugar... aunque Kagome se escabulle.
- Bien, será mejor que de un
paseo; estar mucho tiempo en el castillo es realmente aburrido.
Ninguno de sus acompañantes se da cuenta de su escape y se pone un sombrero del modo que camina por los alrededores.
Una de las grandes pasiones de
Kagome, era sin duda alguna, ver los hermosos paisajes y pasar entre la gente de
las aldeas; de esa forma podía mejor como Honshu vivía.
En esas veces, nadie ha logrado
reconocerla y eso le daba mucha ventaja para evitar los problemas de cualquier
tipo.
Mientras camina, decide entrar a un
pequeño lugar donde vendían comida, ella ve el lugar un poco concurrido y no
le da importancia... se encuentra un pequeño lugar para sentarse, en eso,
escucha una plática entre algunos de los clientes de ese lugar.
- Acaso no lo sabes? el líder
youkai de Hokkaido vendrá aquí esta misma tarde!...- dice una mujer.
- Eso era de esperarse, dicen que
está interesando por Mikado Kagome-sama- comenta un hombre que deja de limpiar
una de las mesas.
- Pero ese líder es una persona
muy fría y calculadora...- comenta otra mujer un poco asustada.
- Y que más da? Nuestra Mikado
sabrá controlarlo!- comenta otro hombre más.
- Lo dices como si ella estuviese
interesada por él- dice la primera mujer con una sonrisa.
Kagome se queda helada, pues sabía(o
al menos eso pensaba) que esos rumores eran falsos.
- Oh kami, dudo mucho que el líder
de Hokkaido piense eso... ni siquiera lo he visto!- pensaba la chica
mientras un ligero sonrojo aparece en uss mejillas.
Al decir esto último, lo dice tan
fuerte que la gente lo escucha.
- O.OUUUUUU no... este- Kagome mira
a todos y se pone más nerviosa- yo... no dije nada!!
La gente se le queda viendo aunque
instantes después cada uno regresa a lo que estaba haciendo. Kagome toda
avergonzada se cubre con su sombrero para evitar ser vista.
- Debo de tener cuidado, no sería
bueno que me descubrieran..- dice en voz baja.
Suspira un poco y bebe una taza de
té que le habían servido tiempo atrás. Mientras lo hacía no se daba cuenta
que era mirada por alguien... un ser extraño cubierto del rostro y con un
sombrero en forma de cono.
- Así que... eres... tú...- dice
el ser extraño.
Tiempo después Kagome sale de ahí
pero...
- Lo he olvidado por completo!!!!!!
T.T- parecía que algo le faltaba pues...
Había olvidado ese asunto tan
importante, lo que hace que corra a toda velocidad.
- No puede ser!!!!!T.T
En ese instante corre rumbo al
castillo, llega a la parte trasera de éste, sube a uno de los altos árboles de
cerezos y salta con gran agilidad del modo que aterriza bien.
Por ese lugar pasaba Sango junto
con Miroku al igual que varias damas de compañía, cuando ven a Kagome lo
primero que hacen...
- T.T DÓNDE ESTABA?????- dice
Sango toda preocupada por la ausencia de Kagome.
- El líder inu de Hokkaido está
por llegar, usted sabe a la perfección que el Lord es muy impaciente.
- ¬¬ lo sé- contesta Kaogme un poco más seria... a
pesar de que no lo conocía sabía mas o menos como era.
- No me ha contestado a lo que le
he interrogado- pregunta de nuevo Sango y la chica sólos suspira un poco
fastidiada.
- Digamos que salí a dar un paseo
por ahí...
Sango y Miroku decidieron no seguir
con la interrogación, pues sabían de antemano que a Kagome no le daba gracia
dar explicaciones sobre sus actos.
Todos se van de ahí, Kagome corre
como loca hacia su habitación y
sus damas de compañía de igual forma; todo el castillo estaba en movimiento
por lo que dentro de poco sucederá.
Miroku iba de un lado a otro
supervisando dicho preparativos.
- Que todo quede perfecto, no
quiero ningún error!
La gente obedecía sin replicar y
apura su paso, no muy lejos un grupo extensos de youkai...
Kagome seguía en su habitación al
igual que Sango y las damas de compañía, éstas ayudaban a la chica en
vestirse.
- Bien, estás segura que todo está
perfecto?- Kagome se encontraba bastante nerviosa y Sango hace el intento para
calmarla.
- Tranquila Kagome, venga, deja
ponerle esto- dice la exterminadora mientras le pone algunos adornos en su
cabello.
- Además del asunto principal...
- Jejejeje tranquila... dudo mucho
que suceda algo de esa magnitud.
- Lo sé, aún así quiero que todo
salga bien.
A las afueras del castillo los
youkai estaban llegando, eran bastantes pero al centro, en lo que parecía ser
un dragón, era un ser realmente hermoso... sus vestimentas negras hacían
resaltar su larga cabellera plateada y sus ojos dorados.
- Jakken, seguro que es aquí?- una
voz masculinahabla habla hacia uno de sus vasallos.
Una rana un tanto pequeña con
ropas de color café y en sus manos tenía un báculo que en la punta tenía la
cabeza de un anciano y el de una anciana. El sapo se acerca hasta su amo y
haciendo una reverencia.
- Si, amo... este es el castillo
donde reside la emperatriz- Jakken hace una ligera reverencia mientras habla.
Entonces del youkai aparece una
ligera sonrisa, la cual extrañó mucho a Jakken. En ese mismo instante, las
puertas del lugar se abren y los sirvientes dejan el paso libre para que el
youkai y sus hombres pasen... Miroku sale y se queda sin palabras...
- O.O kami... nunca imaginé que
fuesen muchos…- dice en voz baja al notar la guardia que llevaba ese extraño
youkai.
Así era, ese inu tenía como
escolta a una gran cantidad de youkai con armaduras de color negro e iban sobre
dragones(idénticos al dragón que Sessh posee). En la entrada principal, el líder
se detiene y mira fijamente a Miroku, éste por su parte se siente con un poco
de temor, pues la mirada de ese ser era muy fría y penetrante.
El inu youkai baja del animal al
igual que otro ser y Jakken, ese otro ser era un lobo grande de nombre
Royoukan(ese lobo que expulsaba de su boca otros lobos..). Miroku hace una
reverencia cuando Sesshoumaru se acerca escoltado.
- Es un honor tener su presencia en
Honshu... sea bienvenido Lord Sesshoumaru- habla el monje en un tono ceremonial,
hace una inclinación en señal de respeto.
- Nunca imaginé que este lugar
fuese tan bello- dice el lobo asombrado, era la primera vez que visitaba Honshu.
- Silencio...- Sesshoumaru calla a
Royoukan y hace una leve inclinación- estoy aquí por asuntos importantes.
- Si, así es... deje que lo lleve
con Mikado.
El youkai no dice mas, Royoukan y
Jakken suspiran un poco mientras observan a Miroku que los guiaba a la entrada
principal del castillo..
Por otro lado... Kagome estaba
terminándose de vestir, realmente estaba muy apurada, se podía ver que una de
las damiselas la estaba peinando del modo que su cabello estaba siendo adornado
con algunas flores y una peineta.
- Kagome es hora!- Sango la
apresura un poco.
- Si, ya voy ya voy.... waaa! T.T
es muy tarde!- la emperatriz se sentía muy nerviosa e intenta tranquilizarse.
De esa forma Sango y ella salen
corriendo por una puerta secreta que se encontraba en la habitación de Kagome,
de esa forma cortan un poco de camino para llegar a la sala principal.
Mientras tanto Sesshoumaru y sus
sirvientes seguían lentamente a Miroku, éste por su parte estaba un poco
preocupado, pues sabía un poco sobre el carácter del youkai sobre este tipo de
cosas.
- Hemos llegado...- se detiene el
houshi y se da la media vuelta hasta ver de frente a Sesshoumaru.
Sesshoumaru se queda en silencio,
pues enfrente de el había una gran persiana que impedía ver del otro lado,
casi al mismo tiempo Kagome había salido y estaba un poco agitada, ella logra
ver que estaba ya el youkai esperando... y se sienta...
- Es un honor tenerlo en Honshu... Lord Sesshoumaru.
Las persianas se abren lentamente
del modo que muestran a una Kagome casi irreconocible, vestía un hermoso kimono
de color azul y otras prendas de diversos tonos de azul, su cabello estaba
arreglado con un peinado alto y adornado con algunas flores y una hermosa
peineta de color dorado, su flequillo escondía un poco sus ojos cafés...
Sesshoumaru se acerca un poco mientras que sus sirvientes quedan a la altura de
Miroku.
- El un honor es mío al estar
frente al líder de Honshu... Kagome-sama- dice Sesshoumaru mientras hace una
ligera reverencia en señal de respeto a la chica.
En ese instante la chica se levanta
y se acerca hasta Sesshoumaru.
- Dejemos un poco a lado estas
formalidades, no le parece?- comenta la chica mientras sonríe.
- Estoy aquí por asuntos
importantes- dice friamente hacia la chica.
- Supongo- contesta un poco más
seria-... tiene que ver con la alianza, ne?
El youkai sonríe levemente, del
modo que da a entender que estaba en lo cierto.
- Si, así es...- al decirlo, cruza
sus brazos.
- En ese caso... vayamos- Kagome
mira a Miroku- Miroku... atienda como debe a los hombres de Sesshoumaru-sama.
- Si, como ordene- contesta Miroku.
Entonces Kagome pasa de lado del
youkai y este siente el agradable perfume de la chica, algo que casi lo hechiza.
De esa forma los dos se van de ahí, Kagome camina rumbo a uno de los pasillos
mas alejados del castillo, Sesshoumaru por su parte sólo la seguía.
- Es seguro que su padre antes de
morir le dio a saber sobre esto?- dice el youkai mientras observa un poco su
alrededor.
- Hai, así fue... demo, puedo
saber la razón del por qué tanto empeño?- Kagome estaba un poco extrañada a
eso, pues en parte sabía que esos youkai eran un poco desconfiados.
En ese mismo instante los dos
llegan a una gran puerta y los dos guardias del lugar dejan el paso a Kagome y
su acompañante del modo que entran...
Esa sala era muy grande... al fondo
se podía ver en una especie de altar y de igual forma, 4 bellas copas de color
dorado pero de diseño un tanto diferente que se encontraban ahí.
- Ya sé que esto representa la unión
de las islas, de nuestros reinos- la chica de ojos cafés muestra las copas
hacia su acompañante.
- .... y si una se pierde o
cualquier cosa... la guerra se desata...- termina de hablar Sesshoumaru del modo
que Kagome baja ligeramente la vista.
- No se...
Pero Sessh pone su dedo en los
labios de la chica.
- Shh... sin tanta formalidad,
Kagome.
- Gomen na sai, no imaginé que algún
día Inutaisho-sama pereciera...- dice la chica un poco preocupada y mira
fijamente hacia los ojos dorados de Sesshoumaru, éste muestra una ligera
tristeza al escuchar el nombre de su padre.
- De eso mismo vengo a hablar, además
porque tenía esa preocupación sobre la alianza... no me gustaría....
Al decir eso, su mano toma el
rostro de la chica y la observa.
- .... que fuésemos enemigos-
termina esas palabras al verla de frente, ésta se queda un poco extrañada.
Pero Kagome solo sonríe y con sus
manos aleja esa mano de su rostro.
- Lo mismo digo- sonríe mientras
se aleja un poco-... qué es lo que sucede exactamente?
Entonces Sesshoumaru toma la mano
de Kagome y la mira fijamente mientras su rostro muestra un poco de frialdad,
pero al mismo tiempo... preocupación.
- Al parecer, uno de los reinos
quiere rebelarse... he recibido algunos informes de Kouga-sama sobre algunos
ataques a su reino...
- Entiendo... demo, allá en
Hokkaido han sucedido cosas extrañas?- pregunta la chica algo seria, sabía que
esas cosas no las podía tomar como un juego.
- Iie, aun así mis hombres
protegen el lugar, solo quiero que tengas cuidado- queda por unos instantes en
silencio-... no sé pero a veces pienso que es sobre ese tal Naraku.
- Yo no sé u.u el caso que tendré
mas cuidado con el Shikkon, no deseo la guerra...
Ambos se quedan en silencio y el
youkai no deja de mirar a Kagome, ésta por su parte toma su mano y...
- Será mejor que regresemos, el
banquete está por iniciar.
- ....
Continuará