Capítulo
IV: El debate de mis ideas y mis ambiciones
Era
un día soleado, no se notaba la existencia de tristeza en el ambiente de aquel
palacio, desde el día en que aquella chica había entrado, no se volvió a
percibir la mínima señal de maldad o muerte. Sólo reinaba un ambiente
tranquilo y lleno de armonía, ni siquiera se podría imaginar que en aquel
ambiente, un híbrido de una maldad pura y bien calculada se encontrara.
A
lo lejos, una chica de cabellos azabaches se encontraba caminando por el campo,
tomada del brazo con un ser, un ser de iguales cabellos azabaches, facciones
finas a pesar de ser un híbrido, cuerpo bien formado y unos ojos… rojos como
el mismo fuego pero a la vez irradiaban crueldad
-
No lo entiendo… por qué acepte venir a dar un “paseo” junto a ella?... y
más aun por qué le permito que me haya tomado del brazo… - pensaba con rabia
-
Naraku qué haremos ahora? – pregunto la voz de aquella chica viéndole a los
ojos
-
m..? – preguntó despistadamente
-
Si, qué haremos ahora? Necesitas los fragmentos de la perla que Inu Yasha tiene
– dijo la chica deteniendo al híbrido con su parada en seco
-
No veo el por qué de la urgencia por verle – dijo mirándola a los ojos
-
Claro que tiene importancia!! – dijo sorprendiendo a Naraku – Hay una cosa
que debo cumplir antes de quitarle los fragmentos con los que se quedo durante
mi huida – dijo amargamente
-
De eso nos encargaremos más tarde, por ahora hay otros fragmentos que
recolectar, el jefe de los hombre-lobo, Kouga, tiene 2 fragmentos de la perla en
sus piernas y también están los demás fragmentos que se encuentran perdidos
-
Hagamos cuentas, Inu Yasha se quedo con 5 fragmentos de la perla, Kouga tiene 2,
Kohaku lleva uno en su espalda, tú tienes el 85% de la perla entera, en total
nos faltarían 7 fragmentos más – dijo la chica sin percatarse de que estaba
siendo observada por Naraku – Bien, entonces encarguémonos primero de Kouga y
que Kagura junto con Kohaku busquen los otros 7 fragmentos restantes – dijo
mirando de nuevo a Naraku con una gran sonrisa en sus labios
-
Preferiría que Kagura fuera contigo a quitarle esos fragmentos de la perla a
Kouga – dijo Naraku apartando la vista
-
No le veo el caso, sea por las buenas o por las malas se los quitaré – dijo
con una sonrisa un tanto maliciosa sorprendiendo a Naraku
-
Por qué te comportas de esa manera tan malvada? No creo que tu deseo por
olvidar a Inu Yasha haya fomentado el rencor en tu alma, ni siquiera se puede
percibir –
-
Pues en realidad no guardo ningún rencor, es sólo que quisiera divertirme un
poco, jamás he estado en la manera de ser una chica que pelease en una batalla
y esto sin duda será interesante – dijo dedicándole una nueva sonrisa
-
Divertirte? Aun a costa de tus amigos? – preguntó observándola, intentando
descifrar la mínima señal de confusión
-
Si, suena malo y pareciera que les tengo rencor pero siempre he querido saber
hasta dónde pueden llegar mis poderes y pues no dañaré de gravedad a mis
amigos, después de todo ellos no tienen la culpa – dijo con melancolía
-
Hn… - suspiró frustrado, no encontró confusión o mentira en su mirar – Si
eso es lo que deseas, no veo por qué no concedértelo
-
GRACIAS!!! – dijo la chica abalanzándose sobre Naraku
-
Una cosa… no vuelvas a abrazarme así… u.uXX – dijo secamente usando su
paciencia – Maldita chiquilla, qué desagradable es esto… pero si quiero
obtener toda la perla completa no debo alejarla de mí – pensaba
-
Está bien no es para tanto n.n – dijo Kagome sin perder su habitual sonrisa
– Regresemos al palacio te parece?
-
Como quieras – dijo un poco fastidiado ante la actitud tan alegre de la joven
o quizás… Kagome lo estaba purificando con su presencia, ante esta idea,
Naraku movió de un lado a otro su cabeza, olvidándose de la idea
Dentro
del palacio, Kagura y Kanna los observaban, sin duda esa chica era extraña, aun
sabiendo que Naraku había sido quien le removiese sus recuerdos y teniendo en
cuenta que era su antiguo enemigo, lo seguía, lo tomaba de un brazo y hasta lo
abrazaba… si bien era cierto que ellas ya no necesitaban ocultarse, pero su
presencia aún seguía siendo opacada por la presencia tranquila y alegre de
Kagome…
-
Kanna, crees que esta chica nos este purificando con su alma? – preguntó
Kagura sin apartar la vista de Naraku y la miko
-
No Kagura, se puede sentir que su presencia lo único que hace es extenderse
pero no inflinge daño sobre los que estamos aquí, si no fuera así, nosotras
dos ya estaríamos en el otro mundo – dijo la chica con su habitual inexpresión
y calma
-
Con que sólo está expandiendo su esencia… - musitó Kagura
En
los jardines, Kagome los había renovado con su presencia y ahora estaba
cubierto de hierba y flores silvestres, una en especial le llamo la atención
-
Hana no Kangae... – musitó la muchacha
-
Qué dices? – preguntó Naraku observando que la miko se agachaba para
contemplar la flor
-
Hana no Kangae, la flor del pensamiento – le dijo observando a la hermosa flor
– Se dice que si plantas una con tus propias manos en una maseta, dependerá
de cómo crezca para determinar la actitud o carácter de tu alma, si se queda
pequeña o se seca, se entiende que es porque tus ideas están frustradas o
reprimidas, pero si crece más es porque eres una persona libre que tiene bien
claros sus objetivos pero… si crece medianamente es porque no tienes vida ni
pensamientos propios, y sólo eres la copia de lo que quieres o de quién
quieres llegar a ser – explicó la muchacha
-
Absurdo, una simple planta no puede determinar el valor de tu alma o ideas –
dijo Naraku observando cada detalle en la flor
-
Absurdo o no, no sería mala idea plantar una… juntos – dijo viéndolo a los
ojos
-
Tú piensas que yo accederé a plantar una tonta flor contigo? – preguntó de
nuevo con molestia
-
Sip, algún problema? o.ó – dijo frunciendo el entrecejo
-
Si, yo no tengo tiempo para andar haciendo puras tonterías – dijo comenzando
a marcharse
-
Pues qué lástima porque esta “tontería” como tú la llamas, puede
decirnos dónde están los fragmentos de la perla – dijo Kagome causando
sorpresa en Naraku
-
Ah sí? Y cómo puede ser eso? – dijo desconfiando de tal afirmación
-
Pues haciendo un conjuro, esta plantita puede leer los pensamientos y el
ambiente, con tan sólo hacerle un hechizo de localización, podríamos
encontrar los fragmentos en un abrir y cerrar de ojos – afirmó Kagome
-
Entonces hazlo – le ordenó Naraku
-
Ah no! Eso si que no, tú no me darás órdenes, además aunque cumpliera no
podría hacerlo sola – dijo la miko poniéndose de pie
-
Por qué no podrías? – preguntó secamente
-
Porque para hacer ese hechizo necesito que tus energías negativas se unan a las
mías, así es como la plantita podría analizar el ambiente – le explicó
-
Bien, qué necesitas que haga? – preguntó Naraku sin gana alguna
-
Sólo necesitamos tomar unas cuantas semillas, mezclar en ella nuestras energías
y dejar que crezca – dijo con una gran sonrisa acuclillándose de nuevo para
comenzar a recolectar las semillas
-
Y cuánto tardará en crecer? – preguntó hincándose junto a ella para cortar
las semillas
-
Pues una planta normal tardaría un mes, pero con nuestros poderes no tardará más
de una semana – dijo la miko poniéndose nuevamente de pie, seguida de Naraku
-
Bien, es aceptable, ahora qué? – preguntó Naraku
-
Junta tus manos con las mías – explicó la miko dejando caer las semillas en
las manos de Naraku
-
Por qué me dejas todas las semillas en mis manos? –
-
Porque tú tienes más poder que yo, así estaremos equilibrados – dijo con
una sonrisa adornando su rostro, al terminar de poner todas las semillas en sus
manos, tomó las manos de Naraku cerrándolas y después las colocó encima de
estas – Bien, ahora concentrémonos, debes centrar tu energía e ideas, no
pienses en blanco – dijo cerrando sus ojos al igual que Naraku lo hiciera
después
Un
aura oscura comenzó a salir de las manos de Naraku y Kagome podía cubrirla en
su totalidad al aumentar la fuerza de su esencia, la calidez en sus manos
cobraba mayor fuerza y esto no pasó desapercibido por Naraku
-
Esta calidez… es la calidez de los corazones humanos puros… pero ésta es
parecida a la esencia de la perla de Shikon purificada… no cabe duda que los
sentimientos humanos son complejos, nunca se sabe qué esperar de ellos – dijo
mientras que una sonrisa irónica aparecía en su rostro – Vaya vaya, con que
de esta manera ella encontrará todos los fragmentos de la perla… bien, así
cumpliré con mi objetivo antes de lo planeado aunque… su combate contra Inu
Yasha se verá adelantado
-
Sólo espero que todo resulte como lo planeo… Naraku creyó esa mentira y no
se dará cuenta por un tiempo, sólo espero que esta flor logre capturar parte
de sus sentimientos malignos o que al menos le transmita los sentimientos de un
humano, sólo eso pido, por el bien de ambos – decía en
con sinceridad en su mente – Naraku.. me sería muy difícil acercarme
de ti si no fuera de esta manera – acertó a pensar
Pronto
las auras de ambos, la maldad y la pureza se unieron en una sola, formando así
una nueva especie, una nueva esencia, todo dentro de aquellas semillas… el
futuro de ambos residía ahora en unas semillas que lo decidirían todo en dos
semanas
-
Bien es hora de plantarlas – dijo Kagome dejando de agarrar las manos de
Naraku
-
Eso también tengo que hacerlo yo? – preguntó con una mueca de fastidio
-
Por supuesto n.n, me encanta cuando haces caritas así, te pareces mucho a
Sesshoumaru con muecas de fastidio n.n – dijo sonriendo mientras que Naraku,
parecía que algo estaba emanando de el
-
No me compares con ese tipo, será mejor que te apresures, tengo cosas que hacer
– dijo entrando en el castillo
-
Ah no!! La diversión no te la quedarás tú solito, dime a quién piensas
atacar? – dijo corriendo tras de él para tomarlo del brazo de nuevo
-
No pienso atacar a nadie, qué acaso piensas que no tengo otras cosas mejores
que hacer? ¬¬ - dijo con enfado al ver que de nuevo, ella lo estaba abrazando,
del brazo, pero abrazando
-
Pues eso suponía, cada que te aparecías era para atacarnos o tendernos una
trampa – dijo reflexionando
-
Pues entonces comienza a entender que hay otras cosas que también hago U¬¬ -
-
Ah si? Cómo cuáles? – preguntó
-
Ay esos son asuntos que no te incumben entendido? Ahora dime cómo demonios se
planta una flor!! – dijo con desespero al ver que todo le salía disparejo
-
Ay Naraku, debes de tenerle calma!! Sino lo único que vas a conseguir es que
esto no florezca nunca – dijo arrebatándole la espátula que estaba a punto
de lanzarle a la maceta
Mientras
que dentro del castillo…
-
Kanna es mi imaginación o Naraku está más animado que de costumbre O.ó –
preguntó Kagura viendo con extraño a Naraku
-
…….. –
-
Kanna sigo pensando que esa mujer está purificando nuestras esencias – replicó
-
No nos está purificando… nos está arrebatando… la maldad – le corrigió
-
Y piensas quedarte así de tranquila? Puede traicionarnos en cualquier momento
– volvió a replicar la mujer de los vientos
-
No se atreverá a matarnos… - dijo marchándose
-
Kanna espera! A dónde vas?
-
Sólo espero que lo que le pidió a esa planta sea la verdad… - pensó con
ensamismiento – O si no, él sufrirá… de nuevo – susurró en un sonido
casi inaudible
Kagome
lidiaba con Naraku en el jardín trasero, éste quería destruir de una buena
vez por todas aquella maceta, le estaba desesperando la manera en que Kagome
plantaba cada una de las semillas, y ésta le miraba divertida, en realidad
nunca había pensado que Naraku tuviera tan poca paciencia y mucho menos que se
expresara tanto...
-
Naraku… acaso mi plan ya ha dado inicio? No… es muy pronto, ni siquiera
hemos plantado la flor… entonces así eres en realidad, no cabe duda que fue
por eso que confié en ti en áquel momento… aún recuerdo mis últimos
pensamientos, pero gracias a ti no recuerdo más las traiciones de Inu Yasha y
así estoy mejor, era mejor de esta manera, jamás hubiera deseado guardar
rencores sin sentido y eso es algo que debo enseñarte… aunque no quieras así
se hará – pensaba la miko mientras que reía a carcajadas con cada exasperación
que Naraku demostraba
-
De qué te ries!! – preguntó con bastante mal humor
-
De nada… Uhi qué carácter!! – dijo con una sonrisa – No deberías
desesperarte tan rápido, además tus planes son más complicados – lo
reprendió la muchacha
-
¬¬ Pero al menos el tiempo que empleo en hacerlos vale la pena – dijo con
pesar
-
Pues esto también si quieres saber dónde se encuentran TODOS los fragmentos
– dijo plantando una vez más las semillas
-
Bien bien, ya entendí, no tienes que resaltar esa parte ¬¬ -
-
Listo, ahora sólo te toca plantar la última, eso si puedes hacerlo verdad? n.n
-
¬¬XX – Naraku depositó la última de las semillas en la maceta, Kagome
comenzó a recitar algo así como un conjuro
-
Bien ya está todo, ahora a esperar esas 2 semanas y después pondremos manos a
la obra, mientras puedes marcharte a arreglar esos asuntos que te urgen tanto
– dijo mirándolo al piso
-
Eso haré, y tú? Qué harás por lo mientras? – preguntó con indiferencia
-
Yo iré a estudiar un poco, al menos tienes papel y tinta no? Con eso me bastará
para practicar las matemáticas – dijo con seguridad
-
Estaré en la habitación principal, si quieres algo dile a Kagura o a Kohaku
– dijo marchandose de ahí
Kagome
se quedo observando el cielo, después de todo, fuera por interés o no, Naraku
no se portaba de la manera que ella había imaginado, incluso había aceptado
plantar junto con ella aquellas semillitas
-
Sea como sea iré a practicar – dijo estirándose para adentrarse en el
castillo
Continúo
caminando hasta toparse con lo que parecía ser un tipo de despacho u oficina,
como se les decía en la época actual. Ahí se metió y tomó algunos
pergaminos para comenzar a escribir
-
Veamos, si se factoriza x y 2x, el valor quedaría como 4x… ohh no!!! Así no
era TOT, siempre fallo en lo mismo YOY –
-
Kagome… qué es lo que planeas? – preguntó tranquilamente una chica de
cabellos blancos y ojos negros como la misma noche
-
Kanna…. Qué haces aquí? – preguntó intentando evadir la pregunta
-
Responde – dijo fríamente – Sé que escondes algo, dime qué es lo que en
realidad hiciste plantar a Naraku –
-
Yo… yo no sé de qué hablas – dijo evadiendo de nuevo la pregunta
-
No intentes engañarme… tal vez te pueda ayudar a arrebatarle esa maldad y
dejarlo con algunos sentimientos humanos… – dijo causando efecto en Kagome
-
Kanna acaso tú… - la niña asintió levemente – Bien, pero antes dime por
qué quieres ayudarme? Se supone que tú eres la nada, no te debería de
importar él
-
Eso es asunto mío… dijo
inexpresiva
-
Kanna confiaré en ti, hay algo que me dice que no planeas algo en su contra,
verás…………
Mientras
Kagome le explicaba a Kanna lo que pensaba hacer, en su habitación, Naraku se
encontraba en silencio… sentado… sumido completamente en sus pensamientos,
de pronto, vagos recuerdos surgieron de su mente… en todos ellos aparecía esa
sacerdotisa… Kikyo
- Kikyo… al fin logré separar mi indeseable parte humana de mi cuerpo… he conseguido quitarte la vida de nuevo y estoy usando fácilmente a tu reencarnación… ambas son humanas, su peor error fue enamorarse, por eso sufrieron tanto, aunque ambas me deben las gracias, logré apartarlas de ese sentimiento… Supongo que estarás orgullosa de que Kagome no haya logrado obtener tanto poder como tú, pero sin duda me ha sorprendido, llego a realizar un conjuro para localizar los fragmentos de la perla… en definitiva me será útil – pensaba maliciosamente el demonio – aunque sigo sin entender su actitud, está dispuesta a pelear contra sus amigos para darme los fragmentos de la perla, incluso quiere medir poderes enfrentándose a Kouga… por qué lo hará? Seguramente debe estar planeando algo… aunque no pude notar ningún tipo de confusión en su mirada, lo único que proyectaba era calidez, alegría… pero qué diablos estoy pensando? Ella sólo es un instrumento para realizar mi objetivo, después le daré fin, así será….