Capítulo
X: El ultimátum del tiempo y del perdón
El
viento soplaba un aire frío y violento, el aroma a muerte se podía sentir en
su plenitud. Varios corazones habían enmudecido de consternación, dolor y
sobre todo de enojo. Un youkai se mantenía divagante en sus pensamientos
mientras tenía en brazos el cuerpo de la muchacha dueña de su corazón. Junto
a el se encontraba una chica de cabellos azabaches, lloraba… lloraba
desconsoladamente, no creía posible que la vida de su querida prima le fuese
arrebatada tan fácilmente. Más lejos, un hanyu se hallaba desconcertado, no
creí aún que la mujer a la que le había entregado todo hubiera sido capaz de
acabar con la vida de un ser que no tenía la culpa de nada y más aún…
de haber ayudado al demonio que juraron destruir
-
Akari!!! – murmuraba entre sollozos una exterminadora que se reunía junto con
Kagome
-
Jajaja que ironía y justamente fue ella quien me advirtió que no me distrajera
– se burlaba Naraku – Pero miren eso no es lo interesante, Kikyo ya veo que
has conseguido las tres cosas por las que veníamos
-
Pero qué? – decía Sesshoumaru desconcertado
Cuando
todos giraron la vista hacia Kikyo, tres serpientes caza-almas se dirigían
hacia ella y cada una llevaba una luz resplandeciente. Kagome quedó petrificada
de horror al divisar lo que una de las serpientes llevaba
-
Eso es… una escencia de… un fragmento de Shikon, es el que Akari llevaba en
su interior! – exclamó sorprendiendo a todos
-
Así es, esto es en lo que ese fragmento se convirtió al ingresar dentro de
ella, aunque por lo visto no identificas lo demás que hay ahí – volvió a
burlarse Naraku
-
Akari… - susurró Sesshoumaru, había algo en ella que no le agradaba, era
como si de repente todo su calor se hubiera esfumado sin dejar la menor huella
-
Sesshoumaru, con que ya te has dado cuenta de que más es lo que Kikyo le
arrebato – dijo el demonio dirigiendose a el
-
Maldito! Más vale que se la devuelvas ahora mismo – exigió el taiyoukai
-
Jajaja vaya vaya, está empezando a desesperar, será porque usted mismo sabe
que no podrá revivirla si no tiene un alma que proteger? – preguntó dejando
a todos consternados
-
Maldición Kikyo! Por qué le has ayudado? – reprochaba el hanyu
-
No te importa – contestó fríamente extendiendo las manos para recibir lo que
las serpientes cazadoras le traían
-
No te atrevas – contestó firmemente Sesshoumaru – Humana cuida de su
cuerpo… - dijo el youkai refiriendose a Kagome
-
Vaya vaya, esto si que será interesante, usted el youkai más poderoso de las
tierras del oeste, ha caído enamorado de una humana, no me extraña, viene
siendo de familia, pero quien lo diría, ahora usted piensa rescatar el alma de
esa chica, que bajo ha caído, no lo cree así? – dijo Naraku recibiendo como
respuesta una mueca de desprecio cortesía de Sesshoumaru
-
Naraku sabes bien que aunque mi patético hermano se encuentre aquí, yo no
dudaré en acabar con la vida de esa despreciable mujer, más vale que me
devuelvas el alma de Akari – dijo con rencor
-
Sesshoumaru no te atrevas! – exclamó el hanyu causandole un mayor dolor a
Kagome
-
Estúpido, no puedo llegar a medir el tamaño de tu cerebro, eres un inepto,
entiende de una vez por todas que esa mujer jamás te quiso! – exclamó
enfadado
Al
instante, Inu Yasha quedó sumido en pensamientos, era verdad, aun antes de que
se mataran el uno al otro, Kikyo le dijo que podría convertirlo en humano y
después con la trampa de Naraku hace 50 años… ni ella le tuvo la suficiente
confianza para pensar que el jamás sería capaz de traicionarla así, pero el
tampoco la tuvo… y ahora, estaba ayudando al demonio causante de su muerte y
lo peor de todo, había atacado a alguien que no le había hecho daño alguno,
por qué no había podido darse cuenta?
-
Maldito Naraku! Devuelvenos esa alma! – exclamó el hanyu furioso consigo
mismo y contra los que tenía enfrente, desenfundando a Colmillo de Acero
-
Si aun les devolviera el alma de esa chica, de igual forma Sesshoumaru no podría
revivirla – dijo sorpresivamente Kanna
-
Qué… dices? – preguntó Kagome entrecortadamente
-
Así como lo oyes, o te atreveras a negarlo Sesshoumaru? – preguntó
descaradamente Kagura
Sesshoumaru
no contestó, Naraku soltó una risa malvada y miró fijamente a las serpientes
-
Lo que llevo aquí son los tres tesoros de este mundo y de los cielos, en uno
poseo la esencia pura de un fragmento de Shikon, en el otro poseo el Cristal
tesoro de los dioses y el último es el alma de una guardiana divina… la razón
por la que Sesshoumaru no podría revivir a Akari es muy simple, si los dioses
lo hubiesen deseado lo habrían hecho, ellos son los únicos que pueden decidir
si dejan morir o reviven a sus guardianes – dijo de nuevo Naraku tomando de
las serpientes, el alma de Akari
-
Quieres decir que Colmillo Sagrado no puede hacer nada? Sólo los dioses pueden
decidir si le dan o no la vida? – preguntó entre lagrimas Kagome
-
Así es, pero descuiden, yo cuidaré bien de su alma – dijo burlescamente
-
Maldito, si lo que dices es cierto porque los dioses no te han arrebatado esa
alma? – preguntó el hanyu con confianza
-
Jajaja porque está claro que tienen temor de mi y de mis nuevos poderes,
piensenlo, poseo la perla casi en su totalidad y poseo el arma que no aceptó a
ninguno de ellos, el Cristal – comenzó a decir
-
Blasfemo – dijo la exterminadora
-
Naraku sabes bien que el Cristal no puede ser tocado por la maldad pura –
intervino el houshi
-
Y quien dijo que sería yo quien manipularía el Cristal? – dijo Naraku
mientras que Sesshoumaru entendía el mensaje
Kagome
sintió que una presencia maligna envolvía a Akari, de pronto una luz cegadora
explotó alejandola de su prima. Todos vieron cómo el cuerpo carente de vida de
Akari era envuelto por un campo de protección de Naraku y se dirigía para
reunirse con el. Sesshoumaru llego antes de que esto se reuniera totalmente con
Naraku
-
Es inútil lo que piensas hacer – dijo despreocupadamente Naraku – Sabes
bien que si la atacas podrías destrozar su cuerpo al igual que lo que planeas
hacer Inu Yasha
-
Maldito – musitaba entre dientes
-
Naraku espera! – dijo Kagome poniendose de pie – Toma mi vida en vez de
Akari – dijo firmemente
-
Kagome… - susurró Inu Yasha
-
Humana tonta, de qué me serviría tu alma? Podrás ser la reencarnación de
Kikyo pero un poder divino jamás será igualado para controlar el Cristal –
dijo sonriendo victoriosamente
-
Naraku acabas de decir que tienes en tu poder tres tesoros, pero para que te
llevas el cuerpo de Akari? Sabes perfectamente bien que puedes absorberla no le
veo ningún sentido – dijo Sango pensando en un plan – Acaso no puedes?
-
Si podría, pero tengo otros planes… después de todo ella me hará una buena
compañía – dijo para el enfado de todos
-
No te atrevas a tocar ni un solo cabello de ella – dijo Sesshoumaru
apuntandole con Toukijin
-
Acaso está celoso? – preguntó mofandose de el
-
Maldito seas Naraku todo lo tenías planeado desde un principio!! – dijo
furioso el hanyu
-
Inu Yasha Inu Yasha, esta vez no es a mí a quien tienes que reprocharselo, yo
mismo fui quien les advirtió de la existencia de el Cristal, y aun así se
dejaron confiar, admito que no fue una batalla fácil pero tú fuiste de gran
ayuda – dijo mientras que Inu Yasha se enfadaba más, era verdad…
-
Mis asuntos aquí han llegado a su fin, pronto nos veremos de nuevo, aun tienen
fragmentos de la perla de Shikkon y vendré a reclamarlos – dijo Naraku
envolviendo a Kikyo, sus extensiones, el cuerpo de Akari y él mismo en una nube
de veneno
-
No Naraku!! No te la lleves!! – gritaba deseperadamente Kagome con lagrimas
saliendo sin control de sus ojos
-
Bien Kagome les concederé una oportunidad, Sesshoumaru si no mal recuerdo un
cuerpo divino sin almas puede durar un mes en su estado natural, si en ese
tiempo logran encontrarme… les concederé sólo una oportunidad para recuperar
a esta chica – resonó la voz del demonio Naraku – Les estaré esperando –
dijo mientras una risa diabólica se hacía oir por todo el lugar
-
Sólo un mes? Pero aun así si logramos recuperar a Akari no podrá revivir –
dijo Kagome sollozando
-
Existe un método – susurró la voz de Sesshoumaru que a pesar de su frialdad,
le devolvió las esperanzas a Kagome y los demás
-
Es en serio? – preguntó el hanyu
-
Necesito ir a la tumba de mi padre… ahí encontraré mis respuestas – dijo
marchandose dejando anonadado a Inu Yasha
-
Espera Sesshoumaru… te refieres a el secreto prohibido? – preguntó
preocupado el hanyu – Si es así mi deber es acompañarte
-
No te acerques, además no necesito de tu ayuda, suficiente has hecho – dijo
el youkai marchandose dejando a un Inu Yasha avergonzado
Sabía
que tenía razón pero a pesar de todo, por qué no podía dejar a un lado su
orgullo, pronto lo entendió, su sensible olfato detectó una salinidad que no
pertenecía Kagome… alguien más había derramado unas cuantas lagrimas…
-
Sesshoumaru… - susurró el hanyu
-
Buaaaaa!!!!!!!!! – lloraba desconsoladamente Shippo – Akari!!! Porque no
pude ayudarte yo estaba junto a ti y sólo fui un estorbo!!!! – gritaba entre
sollozos – Buaaaa!!!! Fue mi culpa – sollozaba el kitsune
-
No pequeño Shippo, no es tu culpa – decía el joven houshi
-
Ese maldito se la llevo – exclamó Sango mientras que unas lagrimas salían de
sus ojos – De nuevo nos ha arrebatado a alguien muy especial – dijo con ira
-
Pero Sango recuerda que tenemos un mes para poder recuperarla, de nada sirve
llorar en estos momentos, ahora debemos empezar con nuestra búsqueda sin perder
el tiempo – dijo el houshi tranquilizando a Shippo y Sango
-
Eso es verdad… - dijo la voz de Kagome que se ponía de pie – Monje Miroku
tiene razón, por favor cuiden bien de Shippo – dijo Kagome desconcertando a
los presentes al marcharse por el camino en el que Sesshoumaru había partido
-
Kagome… a dónde vas? – preguntó el hanyu tomandola de un brazos
-
Sueltame – dijo Kagome con una mirada sombría y un tono desconocido para
todos – Inu Yasha no quiero que te me vuelvas a acercar siquiera… no estoy
segura de lo que podría hacer si sucediese – dijo fríamente soltandose
bruscamente del agarre del hanyu
-
Kagome espera! – dijo el hanyu
-
OSUWARI!!!!! – grito con todas sus fuerzas – ya te lo dije, esto es una
advertencia, no te quiero volver a ver jamás en la vida!!!! – dijo alejandose
muy molesta
-
Ayy!! X.X – aun seguía en el suelo – Kagome por qué haces esto? No podrás
tu sola – exclamó el hanyu a lo lejos
-
Suficiente tuve con tu ayuda – dijo fuertemente perdiendose en el bosque
-
Kagome… - susurra el hanyu dolido
El
hanyu estaba dolido profundamente, al igual que sus amigos, pero aquellos
pensaban que dejar sola a Kagome por unos momentos le servirían para aclararse,
aunque no les gustara la idea pero fue un pequeño zorrito quien rompió el incómodo
silencio
-
Perro tonto!! Ve inmediatamente por Kagome!! No ves que Naraku puede seguir
cerca!! – dijo l pequeño kitsune dandole un golpe en la cabeza
-
Ay Shippo metete en tus propios asuntos!! – dijo el hanyu alejandose del lugar
en dirección contraria a la de Kagome
El
houshi, la exterminadora y el kitsune se quedaron en ese maldito lugar, viendo
como sus dos mejores amigos se perdían en la oscuridad de su dolor y culpa, y
ellos no podían hacer nada más que esperar y sentirse igual de mal que sus
amigos, habían perdido a una amiga en sus propios ojos, no había mayor
crueldad que aquello
-
Miroku qué haremos? – preguntó el kitsune
-
Mi querido Shippo no hay de otra más que esperarlos, necesitan estar solos un
momento – dijo el houshi
-
Pero si están solos correran mayor peligro – intervino la exterminadora
-
Sango créeme que en el estado en el que ambos se encuentran ahora, ningún
monstruo sería capaz de derrotarlos – dijo el houshi sentandose
-
Quizás tenga razón pero.. –
-
Aunque fueramos a buscarlos no lograríamos nada, necesitan aclarar sus
pensamientos
-
Si es verdad – dijo el pequeño Shippo suspirando – Kagome, Inu Yasha,
vuelvan pronto
……………………………………………………………………
En
lo profundo del bosque, Inu Yasha se encontraba caminando lentamente, absorto en
sus pensamientos, las palabras de Kagome lo había herido profundamente, a pesar
de haber sido un canaya por tanto tiempo al ir tras Kikyo, Kagome jamás le había
dicho algo más que un Osuwari pero esta vez sus palabras fueron frías y con un
gran rencor dentro, que estúpido había sido, había causado un gran dolor en
ella y no era sólo aquello lo que le pesaba, por su culpa una gran amiga había
caído en manos del maldito de Naraku, esa amiga intento abrirle los ojos pero
en el intento Naraku se había aprovechado arrebatandole la vida, por su ceguera
perdió a una valiosa amiga y sin duda alguien muy querida para su hermano,
siempre pensó que si jamás le había pedido ayuda a Sesshoumaru tampoco sería
el causante de sus problemas, que equivocado había estado…
-
MALDICION!!!! – exclamó el hanyu golpeando un árbol – Si tan sólo… si
tan sólo me hubiera dado cuenta antes… nada de esto habría pasado!!!! – se
culpaba a sí mismo – Maldita sea mi suerte!! Tenía que hacerla sufrir así?
Siempre será asi? – preguntaba entrecortadamente – Pero Ahora… esta vez
no sólo herí todo dentro de Kagome, Sesshoumaru… tenía que haber sido de
esta manera para terminar con lo poco que se había conseguido de
“hermandad” entre nosotros? La verdad jamás necesité de él ni mucho menos
el de mí y aun siendo asi… tuve que causarle tal dolor? El no lo dijo ni lo
expreso pero… mi olfato pudo detectar que unas cuantas lagrimas corrían por
sus ojos… el jamás había llorado por nadie… a excepción de su madre…
DEMONIOS!!!! – dijo golpeando de nuevo el árbol
El
hanyu se dejo caer en el suelo frustrado… pero no había derecho de reclamo…
el se lo había buscado al ser tan ciego… al haberle causado tanto dolor a su
Kagome… a su hermano… y a esa muchacha que había intentado abrirle los ojos
y que por su culpa… Naraku había tomado su alma y cuerpo… qué difícil era
pensar en todo aquello y más aun… que difícil sería volver a verle a los
ojos a Kagome pero no era momento de hacer tal predicción…
-
Tengo que pedirte perdón – dijo firmemente poniendose de pie olfateando el
lugar en busca de el aroma de Kagome, al encontrarlo se dirigió rápidamente
hacia el
-
Pediré tu perdón… de nada me sirve el orgullo… esta vez merezco no
tenerlo… y aunque no quieras… me tendrás que oir – dijo el hanyu
…………………………………………………………………..
En
las lejanías de unas montañas, una joven de cabellos azabaches estaba de
rodillas en el suelo, incontables lagrimas salían de sus ojos, se sentía
desfallecer… ese maldito demonio le había arrebatado la vida de su prima y
ella lo había visto todo… sin poder hacer nada por ella… sólo podía ver
con impotencia como su vida se le escapaba de las manos. Lo peor de todo era que
con tal cinismo, ese maldito demonio había tomado entre sus sucias manos el
alma de su prima… se había atrevido a profanar algo tan puro
-
POR QUÉ? POR QUÉ? POR QUÉ? – repetía muy dolida golpeando el suelo con sus
delicadas manos que no tardaron en enrojecer – NO PUDE AYUDARTE!!! AKARI
PERDONAME!!! Si hubiese hecho a un lado lo que sentía por Inu Yasha y hubiera
acabado con Kikyo nada de esto te hubiera sucedido – dijo con un tremendo
dolor en sus palabras – Akari perdóname – musitó
A
unos cuantos metros, un sujeto con una katana roja se acercaba lentamente a
ella, le dolía verla en ese estado, le dolía verla llorar así pero lo que le
daba un profundo asco era saber que el causante de sus penalidades era el… se
acercaba lentamente a la chica, esta se dio cuenta de la presencia de el y, pese
al momento, trato de alcanzar el mismo tono frío con el que lo había alejado
-
Que no entendiste lo que te dije hace un momento? – preguntó con voz fría
pero que aun contenía el dolor en sus palabras –
-
Kagome yo… - susurró el hanyu avergonzado
-
LARGATE!! NO QUIERO SABER MÁS DE TI!! LARGO DE MI VISTA!! – exclamó furiosa
volteando bruscamente para hacerle frente al ser
-
NO!! – dijo el joven sorprendiendola – No dejaré que me apartes de tu lado
– dijo tomandola de un brazo atrayendola hacia el para abrazarla fuertemente
-
SUELTAME!! – exigió la joven intentando inútilmente alejarlo
-
Kagome perdoname – susurró el joven hanyu – Perdoname fui un estúpido…
por mi culpa estás así, por mi culpa… Naraku se llevo a Akari – dijo
entrecortadamente
-
Inu Yasha… sueltame… qué no ves que me haces más daño con tus palabras?
– preguntó la joven controlandose
-
Lo sé pero era necesario hacertelo saber y no me importa si es de esta manera
– dijo el joven aferrandose aun más a su agarre – Kagome perdoname
-
Inu Yasha… Por qué? – preguntó dejandolo sin palabras – Por qué siempre
tiene que ser así? Por que cada vez que me pides una disculpa o me hablas de lo
que sientes tiene que ser después de que cometes un error? Por qué siempre
huyes de tus culpas? – preguntó dejandolo totalmente desconcertado
-
Realmente quieres saber por qué? – preguntó el hanyu obteniendo como
respuesta a Kagome asintiendo – Porque… porque quiero ocultar mis
sentimientos… porque quiero enterrarlos y no ceder ante ellos pero ahora…
ahora ya me es imposible – dijo el hanyu viendo a la miko a los ojos, sus ojos
ámbar parecían como si indagaran en los ojos de la miko en busca de respuestas
-
Inu Yasha…
-
Por eso te pido perdón Kagome… porque jamás pude darme cuenta de mis
verdaderos sentimientos… porque no pude abrir los ojos a tiempo… y también
por ser el causante de cada uno de tus sufrimientos… - dijo el hanyu mientras
que sus ojos ambarinos mostraban una sinceridad pura – Si tan sólo me hubiera
dado cuenta desde antes que Kikyo ya no existía en mi corazón… ella no habría
tenido la necesidad de repetirlo a mis oídos sordos y por ello… haber sido
acabada por el poder de Naraku… fue mi culpa Kagome… es cierto tienes todo
el derecho de reprocharmelo, de echarmelo en cara… pero lo que si no permitiré…
es que me apartes de tu lado
-
Inu Yasha … no… yo ya tomé una decisión y en ella tu… tu no estás
incluido – dijo firmemente soltandose del agarre de Inu Yasha
-
Realmente es lo que piensas? Que yo ya no formo parte de tu vida? Si es así
dimelo a los ojos y entonces me apartaré – dijo el hanyu tomandola del mentón
obligandola a verle a los ojos
-
Por qué haces esto tan difícil? – preguntó bajando la vista
-
Porque me importas – dijo suavemente – A pesar de todos los desplantes que
te había hecho pasar por ir con Kikyo, tú siempre estuviste a mi lado… me
aceptaste al saber que era un hanyu y no te importo permanecer junto a mi cuando
sufría las transformaciones de youkai… necesitas más explicaciones?
Entiendelo de una vez por todas… tu fuiste la única persona que permaneció
conmigo a pesar de mis groserías, de mis defectos y de mis desplantes… es
justo que pague la amabilidad que siempre me tuviste – dijo mientras que sus
palabras sorprendían a Kagome
-
Si es así… ya no hay nada que puedas hacer – dijo Kagome con la mirada
sombría
-
Claro que si… aún podemos rescatar a Akari – dijo con toda la decisión
posible
-
Eso tenlo por seguro pero… - seguía dudando Kagome
-
No hay peros Kagome… ella también era alguien especial para mí y siempre le
estaré agradecido por haber intentado abrirme los ojos y por eso mismo debo de
ser quien la recupere… por ti, por ella, por mi y por… mi hermano – ante
esto última Kagome se percato de que Inu Yasha tenía razón, cómo debía
estar Sesshoumaru en estos momentos y a qué se refería con lo que había dicho
antes de marcharse
-
Inu Yasha por qué has nombrado a tu hermano? Sé que no se llevan bien pero cómo
puedes decir que se lo debes? – preguntó Kagome anonadada por la actitud del
hanyu
-
Porque es la verdad… no me explico como puedo darle problemas cuando nunca
necesite su ayuda – dijo el hanyu (N/A:Soy yo o he dejado con una gran madurez
al hanyu? O.ó)
-
Inu Yasha… siendo así es mejor que descansemos por hoy, volvamos con los
muchachos, a partir de mañana Naraku se arrepentirá de lo que ha hecho
-
Asi es, ya verás que pagará
Kagome
subió en la espalda del hanyu y este comenzó a desplazarse donde sus amigos
aunque en pensamientos…
-
Akari esto no se quedará así… sólo resiste – pensaban ambos
…………………………………………………………………….
En
la lejanía de los límites del bosque, un youkai caminaba con rumbo contrario a
donde había dejado a Jaken y Rin, después de todo lo que haría sería
demasiado peligroso y volver a perder la vida de otro de los seres que, aunque
no lo demostrará, sentía un gran afecto, eso sería demasiado, era preferible
no arriesgarlos…
Pero
de pronto sintió que las piernas se le doblegaban, irremediablemente cayó de
rodillas, se sentía avergonzado, culpable y sobre todo con el orgullo
quebrantado, era algo irónico que se le pudiera ver en ese estado al taiyoukai
más poderoso del oeste, por primera vez en su vida lloraba, lagrimas salían de
sus ojos dorados que tenían un expresión de odio y rencor… pero que en el
fondo… guardaban el sentimiento de culpa y dolor. Con amargura recordó el último
día en el que había llorado… fue cuando su madre murió… desde entonces
nunca más había llorado… nunca más había vuelto a sentir tal sentimiento
de tristeza o… desesperación… Era algo incríble verse a sí mismo tan
vulnerable… tan falto de tranquilidad y fuerzas
-
DEMONIOS!!!! – exclamó golpeando el piso mientras que dos lagrimas salían de
su mirar – TE PERDI A MANOS DE ESE MALDITO DEMONIO!!! ANTE MIS OJOS TE
ARREBATO LA VIDA, INCLUSO SE ATREVIÓ A LLEVARSE TU CUERPO Y YO… YO NO PUDE
HACER NADA MÁS QUE OBSERVAR CON RENCOR COMO TOMABA TU ALMA ENTRE SUS ASQUEROSAS
Y SUCIAS MANOS – dijo con mayor culpa – NO TE PROTEGÍ COMO LO HABÍA
PROMETIDO… no pude salvarte – susurró por lo bajo – MALDITA SEA!!! FUI UN
MALDITO INUTIL!! – exclamó con desesperación acrecentando su poder que
terminó por acabar con todos los árboles que ahí se encontraban
El
lugar quedo en total destrucción… la misma por la que Sesshoumaru se debatía
en su interior… la misma que lo hacía sentir culpable al haber permitido que
ese sucio demonio le hubiera arrebatado esa vida tan hermosa y tan pura para
después mofarse de ella… de tan sólo recordar la maldita sonrisa dibujada en
su rostro, sentía que la sangre le hervía pero no pudo hacer nada contra ese
bastardo y así como así dejo que ese maldito se llevara al ser que más le
importaba…
-
MALDICION… JURO QUE TE RECUPERARE ASI SEA LO ULTIMO QUE HAGA NO VOY A DEJAR
QUE ESE MALDITO DEMONIO SE QUEDE CON LA MINIMA SEÑAL DE TI – dijo con ira –
Espero algún día me perdones por no haber cumplido lo que te prometí –
susurró con frustración y dolor en sus palabras – Perdoname… - susurró
nuevamente retomando el camino hacia su destino
……………………………………………………………………………...
Al
norte del Japón antiguo en un extraño lugar rodeado de niebla se encontraba
aquel despreciable ser… al que todos le tenían un rencor infinito… el
causante de tantas muertes y en especial, de una joven de cabellos castaños
que, pese a su poder, cayó siendo víctima de ese ser tan despreciable… el sólo
se burlaba de la actitud que todos habían tomado después de su aparición
-
Humanos tontos… qué fácil es destrozarles el corazón y hacerlos caer en la
desesperación… el punto débil de cualquiera de esos seres inferiores es su
vulnerabilidad ante sus sentimientos… ten bien presente eso porque a partir de
ahora no deberás caer presa de ningún sentimiento parecido al de la bondad o
la esperanza, eso sólo te vuelve frágil e inseguro – dijo Naraku
dirigiendose a una sombra que oscilaba entre la oscuridad – Entiendes?
-
Si amo Naraku – decía una voz femenina que, pese a las sombras que le cubrían
el rostro y el cuerpo, la tenue luz de las velas permitían observar un mirar
verde pero sin vida en ellos, sin la chispa que irradía la alegria, la chispa
de la vida
-
Bien ahora tendremos que esperar pero eso sería aburrido… jugaras con ellos
por un buen tiempo, ve y busca a Kikyo preguntale si ya está listo lo que me
prometió – dijo mientras que sonreía con malicia
-
Enseguida – dijo sin cambiar la expresión sin vida de su rostro
-
Una cosa más, después podrás ir con tu nuevo compañero, Hakudoushi para
salir a jugar un rato – dijo el demonio observando la repisa de la habitación
-
Como diga señor – dijo la chica mientras que una sádica sonrisa se dibujaba
en su rostro y su mirar verde enfrascado en la nada, se tornaba en maldad pura
La
joven salió de la habitación tal como se había mantenido hasta el momento…
como una sombra mientras que Kikyo hacia su aparición junto con Kanna, en la
habitación de Naraku
-
Y bien Kikyo has terminado con lo que se te ordeno? – preguntó con ironía el
demonio
-
Antes que nada dejemos algo bien claro… primera yo no recibo ordenes de
nadie… segundo si te ayude fue para que no te metieras más con Inu Yasha y
tercera no abuses de tu suerte porque puedo acabar contigo si me lo propongo –
dijo con cierta frialdad en sus palabras
-
Pues yo también te dejare una cosa bien clara, tú no puedes acabar conmigo
porque si así lo hicieras tu amado Inu Yasha caería conmigo y eso de que abuso
de mi suerte… no lo creo, será mejor que seas tú quien no acabe con mi
paciencia porque sabes muy bien que soy yo quien ahora puede matarte si asi lo
deseo – dijo burlescamente Naraku – Y bien qué pasa con lo que se te indico
-
Aquí esta pero dudo que esa chica pueda utilizarlo y más viendo el estado en
el que la has dejado – dijo sombríamente
-
Por el momento no la necesito además sacando lo más oscuro de su corazón se
divertirá un poco – dijo sonriendo
-
Naraku… qué planeas hacer? – preguntó Kikyo
-
Muy pronto lo verás… muy pronto – dijo observando a la chica que salía del
palacio mientras cargaba un bebe en brazos – Pronto seré el demonio más
poderoso sobre la tierra pero antes debo acabar con ciertos estorbos – pensaba
Naraku – Este es su ultimátum de tiempo – susurró para sí mismo
Fin de la primera temporada